Este particular robot está compuesto por un tubo de malla flexible, anillos de níquel y alambre de titanio. El alambre contrae y aprieta el tubo cuando se calienta por la corriente eléctrica que fluye, pero al cortar la electricidad vuelve a su forma original, creando una propulsión similar a la de sus parientes vivos.

Las imágenes muestran las diferentes pruebas a las cuales fue sometido Meshworm, el cual destacó por su increíble resistencia a martillazos y pisadas humanas, por ejemplo.

El robot está hecho de material blando, que le permite deslizarse a través de espacios estrechos y secciones transversales de terreno. También podrán ser objeto de golpes y choques sin sufrir daños. Por lo tanto, los investigadores de DARPA creen que, debido a que es silencioso, el dispositivo podría ser utilizado para fines militares, en tareas de reconocimiento.

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El dispositivo se mueve con "músculos artificiales" creados a partir de alambre de níquel y titanio, y diseñados para estirarse y contraerse con la temperatura. La envoltura del tubo es de malla de alambre, con fibras "musculares" hechas por los ingenieros. El resultado simula una lombriz, formada por diferentes segmentos que se mueven por este proceso de contracción y liberación del material de aleación contraíble. Cuando se aplica corriente sobre las distintas partes de alambre, estas apretan el tubo y producen los movimientos.

Equipo de expertos ha creado un algoritmo para enviar ondas de contracción en cada uno de los cinco segmentos de la "trama". Al apretar el tubo de un modo u otro se produce el avance, y el dispositivo imita su contraparte biológica. También hay dispositivos de contracción y expansión colocados a ambos lados, como músculos artificiales del "cuerpo" que tienen el fin de girar a la derecha o a la izquierda.

Por ahora, ahora el robot se mueve a una velocidad de 5 mm por segundo.

Fuente: Axxón. Aportado por Eduardo J. Carletti
© Robots Argentina - Agosto 2012